Las distintas religiones, de todos los tiempos y en todo el mundo, han resultado ser la estafa más grande a la humanidad en toda su historia.

La necesidad de saber nuestro origen y destino, nos ha llevado por caminos equivocados. Todos los dioses, de la antiguedad y en las distintas culturas han sido un fraude. 

En la actualidad, aún muchos, continúan creyendo en un "dios" que observa el comportamiento del hombre y actúa en consecuencia.

Ya, y a lo largo de los años, existen pruebas más que suficientes para afirmar que el "dios" presentado por la religión no existe. 

Pero esto no significa que no exista un Dios, de hecho, si todo en su conjunto es lo superior a cada una de las partes que conforman a ese todo, ese "todo" es el mismo Dios.

La ley del universo programado es lo que más se acerca al conocimiento que el hombre puede llegar a tener del concepto de Dios, y para conocerlo es cuestión de analizar el programa que está representado en el universo.

El "determinismo" tenía razón, sólo estaba incompleto.