No existe una interpretación más cercana a lo que Dios es, que la que presenta una de las leyes de Pardo:
"Dios es el "Universototal", todas las formas y modos posibles, que el universo puede adoptar.
Es todo lo que existe, ha existido y existirá.
Dios es todo, y por lo tanto en su conjunto es lo superior a todo lo que existe.
El universo de nuestra realidad es una de las formas en que él se presenta.
Nunca podremos saber que quiere o que hará, pero si sabemos lo que hace y lo que hizo.
Dios no es el presentado por la religión, ninguna de ellas lo representa. No hay no hubo, ni habrá dioses, ni aún un dios único, simplemente Dios es todo, interactuando en un programa sin designio inteligente, sino consecuente. Sin voluntad, sino con acción y reacción. Sin justicia y sin razón, más que la lógica de los hechos encadenados.
La diferencia entre nuestros sueños y la realidad son las leyes que los rigen. Y las leyes son datos de información que sentimos y procesamos.
Las leyes de Dios están en cada uno de nosotros, con lo bueno y lo malo, con el placer y el dolor, pero nadie puede modificar el desarrollo del proceso, ni aún Dios ya que es el mismo desarrollo del programa.
