jueves, 25 de febrero de 2021

La Ley del Universo Programado.


"El Dios que presenta la religión no existe. Una de las Leyes de Pardo demuestra científicamente las contradicciones en su creencia.
No existe ningún Dios de infinita bondad, fuente de toda razón y justicia, por el contrario existe un Dios cruel e injusto, que premia a los Malos y castiga a los Buenos.
El nuevo concepto de Dios es el "Universototal", es decir todas las formas posibles de existencia en los distintos universos posible.
En el universo de nuestra realidad el Mal existe porque existe el Dolor, y el Bien existe porque existe el Placer, sin esos sentimiento todo sería lo mismo y nada tendría sentido. Lo  bueno y lo malo serían acontecimientos como cualquier otro sin importancia porque no existirían consecuencias sentimentales.
La consciencia es la clave de Dios, desarrollada en el universo programado. 
No vemos lo que queremos sino lo que se nos presenta de forma material con base espiritual.

La ley del universo programado corresponde a la primera ley de Pardo, que dice, que todo el universo de nuestra realidad está absolutamente programado, no existe el azar en la dinámica del universo, y por lo tanto no existe el libre albedrío.
Todo lo que ocurre en el universo corresponde a hechos encadenados, en donde sí algo ocurre en el espacio, es porque otra cosa ocurrió primero. 
No existe la nada, ni el vacio, siempre existe algo que lo ocupa.
No existe un programador, porque el universo está en continuo movimiento desarrollándose permanentemente. Nuestro tiempo existencial es tan pequeño que no puede advertir los cambios que resultan, en universos tan distintos que ni siquiera podríamos imaginar. Sólo sabemos algo del universo de nuestra realidad.

No existe un Dios creador, porque el universo en sus distintas manifestaciones siempre estuvo.

La " ley del universo programado ", y la " Ley del universo calculado " corresponden a la "Ley de Pardo".
El universo, del cual formamos parte, funciona matemáticamente, con una certeza absoluta que el hombre no escapaz de calcular con precisión.
La combinación de los resultados, físicos y matemáticos, no son precisos en "nuestra realidad". 
En la práctica, la medición precisa de un objeto determina, decimales, centesimales, millonésimas, etc., sin llegar a una dimensiónmatemática "verdadera". 
Jamás se llegaría al Nº2, aunque cada vez nos acerquemos más, así como ocurre en una función asintótica. Será 1,999 ó 1,9999999, ó un "1" seguido de infinitos nueves, pero jamás llegaríamos matemáticamente, sin embargo se llega.
Nuestros límites, en dimensionar la realidad, no son los límites de la realidad.
Nuestra "herramienta" la "matemática" no es tan precisa como la matemática del universo, pero alcanza para decifrar los mensajes que transmite.
El "azar" existe, porque el hombre no tiene los "datos" suficientes para la certeza.
El "limite real" no es el que se produce en nuestra apreciación en separar los objetos entre sí. En ese sentido la matemática no nos engaña.
No se llega del 1 al 2, porque existe continuidad entre todos los números, y en todo el universo.
La separación entre las partícula, los cuerpos, o los sistemas, existe en nuestra apreciación. Todo está hermanado en el espacio, ocupando distintos lugares, pero siempre unidos. Esto hace que los hechos sean encadenados, y que exista un programa del universo indesifrable para el hombre.
Todo en el universo está programado, hasta nuestros propios pensamientos.
Nadie puede dominar su ocurrencia, muchas veces las soluciones vienen tarde, otras veces se nos enciende la lámpara previendo un problema, y así podere evitarlo, pero todo esto pertenece al mismo programa del universo, el cual no es ni más ni menos, que una inmensa "máquina" en donde cada componente es un engranáje de la misma.
Este principio no es muy difícil de entender, pero sí es muy difícil de aceptar.

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