Abram, posteriormente llamado Abraham, es el símbolo de la máxima miseria humana, del egoísmo supremo en desprecio por todo, hasta de su propio hijo, a quién estuvo dispuesto a matar para complacer a dios, y obviamente obtener del mismo dios un beneficio propio.
Muchas de las conductas humanas de nuestros días, y por cierto desde hace siglos, obedecen a estas "enseñanzas" bíblicas, que resultan ser mandamientos en donde todos estarían dispuestos a matar a sus propios hijos, mujeres, parientes, amigos, o a cualquiera que sea, con el fin de satisfacer a dios.
No hay que olvidar nunca, más diría, hay que tener siempre presente la actitud de Abraham, que por su gran egoísmo, hipocresía, y maldad no dudaba en entregar a su hijo en sacrificio, como hoy los hay quienes venden a su propia madre, o a sus hijos, y también matan por su beneficio.
En consecuencia nos encontramos ante dos inmundicias, dios que es la más grande de las inmundicias, y Abraham que le sigue en categoría.
Con ésta, y otras "enseñanzas" de la biblia que luego enumenaré, la conducta humana está infectada de inmundicia, en donde muy poco de lo bueno que pueda haber, se puede esperar de las personas religiosas.
La religión es una de las herramientas de dios para sostener el sufrimiento del hombre, que por lo expuesto, bien merecido lo tiene.
LA ÚNICA FORMA DE DESTRUIR AL MAL ES NO FOMENTAR LA IDOLATRÍA A DIOS.
El Mal es un ingrediente necesario para el plan de dios. Es la fuerza opositora que frena el Bien que podría ser evolutivo, eterno, y manifestado en todos los ordenes. Con un dios infinitamente bueno la posibilidad del Mal es "0".
A ese dios judio quien ordenó a Abraham matar a su propio hijo. Los imbéciles lo adoran.
A ese dios llamado jesucristo, por quien murieron miles de bebes en su nombre, y millones de personas en el mundo a lo largo de la historia, en sufrimiento y dolor, que ni sus apóstoles se salvaron del calvario. A ese dios injusto que induce al dolor y al sufrimiento, los imbéciles lo adoran.
Las malditas "enseñanzas" del llamado maestro, son para ejercer dominio y controlar a los oprimidos para que no reaccionen en defensa de sus derechos. Mientras tanto los malvados aprovechan para someter y robar a los están adiestrados para no actuar en su propia defensa, ni en defensa de otras víctimas inocentes.
Jesucristo fue hijo de una prostituta judía y de un soldado romano. Cuando Herodes mandó matar a todos los bebes, para así eliminar al mesias futuro rey de los judios, Jesús fue salvado por el "angel Gabriel" quien era el soldado romano que lo enjendró. De ese modo miles de niños murieron, en el que luego sería llamado el "día de los santos inocentes".
Desde su nacimiento jesucristo trajo la muerte, que continuó despues de su muerte. Todos los apóstoles murieron lapidados, ahorcados, crusificados, o hervidos en aceite. No solo sus discipulos, sus seguidores fueron entregados a los leones y murieron devorados, y los imbéciles creen que jesucristo vino a traer justicia, paz y amor, pero con sus propias palabras dijo: "No he venido a traer la paz sino a meter espada".
Jesucristo fue consecuente con los romanos, porque también era romano por parte de su padre, de ahi la frase: "A dios lo que es de dios y al Cesar lo que es del Cesar".
Analizando la biblia se observa claramente que jesucristo traicionó a su pueblo, le hizo poner la otra mejilla para evitar revueltas en contra de Roma.
Jesucristo fue un estafador de la buena Fe de los que en él creyeron, fue un traidor, un entregador, un instigador al dolor y al sufrimiento de los ingenuos inocentes, mientras le prometía el paraiso a los delincuentes perdonándoles los pecados más aberrantes.
Jesucristo fue sin dudas el hijo de puta más grande de toda la humanidad y de todos los tiempos. Su juicio, condena, y crucifixión, fue el único acto de justicia divina que sucedió.
"Vivo para odiar a dios".
Esta es la frase más auténtica, genuina y noble, lejos de la frase demagoga, hipócrita y egoista:
"Amo a dios por sobre todo".
Dios es el único hijo de puta que no tiene madre, todos los demás tienen madre.
Jesucristo fue el hijo de puta más grande de la historia de la humnidad.
En su maldita mente siniestra jesucristo dijo: "Bien aventurados aquellos perseguidos por la justicia porque de ellos será el reino de los cielos", y los delincuentes, ladrones, violadores, y asesinos, tienen el paraiso garantizado si adoran.
Para las víctimas, dijo: "Si te golpean en la cara pon la otra mejilla", y así las víctimas quedan con la cara destrozada.
La frase de muchos pero no conocida por todos:
"Maldito sea dios por darme otro día de vida, otro día de sacrificio y dolor".
Sólo los hijos de putas pueden adorar a un hijo de puta, y jesucristo fue un hijo de puta en todo el sentido que la frase puede tener. Pero la maldición caerá sobre ellos, como injustamente cae en los inocentes.
La revelación ya está hecha.