La condena crucifixión, y muerte de Jesucristo fue el único acto de justicia divina en la historia de la humanidad.
Fue además el único acto de justicia humana genuina y verdadera ya que también pagó por los daños futuros que se cometerían en su nombre.
Como muchos sabemos, entendemos y aceptamos, Jesucristo sumió en el sacrificio, dolor y muerte a sus fieles, y a través de la Iglesia Católica Apostólica Romana a los que no lo eran, torturandolos y matándolos en la hogera.
Hay muchas atrocidades más cometidas por Jesucristo, sus apóstoles, los cuales murieron de la forma más espantosa, y a través de sus seguidores, cómplices de su maldad disfrazada de bondad.
Más detalles se pueden encontrar en las Leyes de Pardo.